Consumir productos de temporada y de proximidad es una de las mejores formas de cuidar el Medio Ambiente.
Pese a que puede existir la posibilidad de que el producto tenga residuos químicos de plaguicidas o fertilizantes, suelen ser menos necesarios si las condiciones son las propicias para dicho alimento. Es decir, si es su temporada.
Además, son más sostenibles ya que en su comercialización se produce un gran ahorro de la energía, tanto en el proceso de transporte y distribución, como en su cultivo mismo, favoreciendo la rotación de cultivos y un mejor cuidado del suelo. Si se cultivan de manera ecológica, los alimentos de temporada tendrán mejor sabor y más nutrientes, pues se ha respetado su ciclo natural y están en el punto de maduración idóneo.
Entre los beneficios de consumir este tipo de productos también destaca el apoyo a mercados locales y ecológicos de nuestro entorno y a los pequeños productores.
Verduras y hortalizas
Entre las verduras y hortalizas de febrero está la acelga, la alcachofa, el apio, brócoli, calabaza, canónigos, coliflor, endibias, los espárragos, la escarola, espinacas, el jengibre, las lechugas de invierno, el puerro, la remolacha, la berenjena y la zanahoria que, aunque se cultiva durante todo el año, en estas fechas son más sabrosas.
Frutas
En febrero se despide la temporada de la granada y del caqui.
Sin embargo, empieza la de la fresa y el fresón.
En febrero destacan los aguacates, los dátiles, el kiwi, los cítricos como el limón, la mandarina o la naranja, la manzana, la pera, el plátano, la piña y el tomate raf.
Hortalizas
En cuanto a las legumbres, es el momento de los guisantes y del haba.
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