Un incendio desatado esta madrugada en el cementerio de neumáticos de Seseña, el más grande de Europa, ha consumido al menos la quinta parte de las instalaciones, según ha confirmado el oficial de Bomberos de la Comunidad de Madrid a través de un vídeo difundido en la red social Twitter.
El incendio, de origen desconocido por el momento, ha comenzado en torno a las 02.00 horas de este viernes en la zona del vertedero situada en Valdemoro (Madrid) y ha generado una nube tóxica que asciende rápidamente por el viento registrado en la zona. La situación en este momento está descontrolada y los equipos de emergencia trabajan con maquinaria pesada para crear cortafuegos que eviten la propagación de las llamas.
El alcalde de Seseña, Carlos Velázquez, ha declarado que todo parece apuntar a que el incendio ha sido provocado, puesto que la lluvia no ha cesado durante toda la noche y el incendio ha comenzado en una esquina en el término municipal de Valdemoro. Así, ha señalado que, del mismo modo que cuesta mucho sofocar un incendio de neumáticos, también cuesta mucho trabajo que prendan fuego.
Castilla-La Mancha ha activado el nivel 1 dentro del Plan Territorial de Emergencia de Castilla-La Mancha (PLATECAM) en la provincia de Toledo y ha abierto una línea de teléfono gratuita (900 122 112) para informar sobre el suceso. El presidente regional, Emiliano García-Page, ha suspendido su agenda de actos prevista para esta mañana y se ha desplazado hasta Seseña. El dirigente autonómico ha seguido la evolución de la situación desde primera hora de la mañana en el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) de la Dirección General de Protección Ciudadana.
También la Comunidad de Madrid ha activado el nivel 1 de alerta del Plan de Protección Civil (PLATERCAM). Por su parte, el Ayuntamiento de Seseña ha decretado el cierre de los colegios de la zona y la Policía Local ha lanzado una recomendación en la que pide a los ciudadanos, especialmente a aquéllos que padezcan problemas respiratorios, que no salgan de sus domicilios. La recomendación es aún más específica para los habitantes de El Quiñón, la popular urbanización construida por el Pocero cerca de la zona de las llamas, a quienes la Policía municipal ruega «que se confinen en sus casas con ventanas y persianas cerradas, y aire acondicionado off«.
Además, los responsables del 112 en la Comunidad de Madrid han advertido a través de Twitter a los conductores que circulen por la A-4 o la R-4 que «cierren las ventanillas» y sigan «las indicaciones de los vehículos de emergencia».
Por su parte, los Bomberos de Madrid han difundido un vídeo en el que el oficial Luis Villarroel explica que los efectivos están «trabajando intensamente para evitar la propagación en la zona». Villarroel también ha asegurado que al menos la quinta parte de las instalaciones ha resultado afectada. Según los datos de octubre de 2015, el recinto albergaba casi 100.000 toneladas de neumáticos, informa Efe.
En la zona trabajan desde esta noche un total de diez dotaciones de bomberos a las que se han unido a primera hora de la mañana dos helicópteros que trabajan con dificultad por la densa columna de humo y porque en la zona hay líneas de alta tensión.
La magnitud del fuego y de la columna de humo ha llamado la atención de los ciudadanos que desde primera hora de la mañana circulaban cerca del lugar. Muchos de ellos se han servido de las redes sociales para expresar su asombro por el suceso.
Ultimátum
El cementerio de neumáticos de Seseña llevaba tiempo en el punto de mira de autoridades y ciudadanos por la acumulación de miles de toneladas de residuos y neumáticos en los 117.000 metros cuadrados de la parcela afectada ahora por las llamas.
Ante esta situación, hace aproximadamente ocho meses el Gobierno regional de Madrid, el de Castilla-La Mancha y el Consistorio de Seseña decidieron afrontar la situación y establecieron una especie de ultimátum para limpiar el área y triturar gran parte de las ruedas al entender que existía un riesgo real para la ciudadanía y los servicios.
Tal y como explicó en este artículo Jaime G. Treceño, el origen esta situación se sitúa en la empresa Disfilt SA dedicada a la fabricación de neumáticos y cámaras de caucho, así como a la reconstrucción y recauchutado de neumáticos. En 2003 la actividad fue declarada ilegal por contravenir las normas medioambientales.
La compañía acumuló numerosas multas de Seseña, Castilla-La Mancha y la propia Comunidad de Madrid. Incluso en 2009 un juez condenó al propietario a tres meses de prisión por un delito contra el medio ambiente. Fue aquel año cuando el Gobierno regional tuvo conocimiento de que los residuos habían traspasado la originaria frontera manchega y habían conquistado parte de la localidad madrileña de Valdemoro, pero los residuos siguieron acumulándose hasta 2011.
En el verano de 2014, la empresa pública Tragsa realizó un cortafuegos.
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