La Universidad de Oviedo lidera un proyecto europeo para mejorar el estado de conservación de los ecosistemas dunares de la costa cantábrica mediante la restauración de 10 espacios de protección especial ubicados en Asturias, Cantabria y País Vasco. Esta iniciativa cuenta con plazo de ejecución de cinco años y un presupuesto de 1,4 millones de Euros con cofinanciación del programa LIFE+ de la Unión Europea, especializado en temáticas medio ambientales.
La gestión y coordinación de la preparación de la solicitud del proyecto «Conservación de la biodiversidad vegetal en los arenales costeros cantábricos» ha sido realizada por el Cluster de Energía, Medioambiente y Cambio Climático del Campus de Excelencia Internacional. En el proyecto toman parte seis socios de las tres comunidades autónomas, y cuenta con el apoyo de once administraciones locales, tres autonómicas y del Gobierno de España junto con ONGs, sociedades científicas y colectivos vinculados a la protección del medio ambiente.
Entre otras acciones, se pondrán en marcha planes de conservación para reforzar la población de plantas estructurales y reintroducir especies de hábitats dunares consideradas como raras, amenazadas o protegidas, restaurar la dinámica dunar mediante la instalación de captadores de arena, reducir la presencia de pinos y disminuir el efecto negativo de estas plantaciones así como eliminar especies exóticas invasoras.
Lugares de actuación
Las acciones se desarrollarán en 10 Lugares de Importancia Comunitaria (LICs) a lo largo de la costa cantábrica incluidos en la Red Natura 2000: Asturias, Cantabria y País Vasco. En Asturias se centrarán en el sistema dunar de Barayo entre los municipios de Navia y Valdés, en la playa de Verdicio (Gozón) y en el sistema dunar de Vega (Ribadesella). En la parte cántabra los trabajos se realizarán en el sistema dunar de Liencres (Piélagos), sistema dunar de Somo, (Ribamontán al Mar) y la playa de Berria-Higueras (Santoña). Por último, en el País Vasco las actuaciones tendrán lugar en la playa de la Arena (en los municipios de Muskiz y Ziérbana – Vizcaya), la playa de Laida (municipio de Ibarranguelu – Vizcaya), el sistema dunar de Santiago (municipio de Zumaya – Gipuzkoa) y el sistema dunar de Zarauz (Zarauz – Gipuzkoa).
El ecosistema dunar se ha visto especialmente alterado por la actividad humana y por la existencia de fenómenos destructivos como tormentas y riadas, que han disminuido o alterado sensiblemente la biodiversidad propia de estos medios y sus poblaciones naturales de especies silvestres. Buena parte de las especies exclusivas de estos ambientes aparecen actualmente en listas rojas de flora amenazada y catálogos de protección de flora y fauna.
Entre otras medidas concretas, este proyecto plantea, por ejemplo, la eliminación de unos 250 pinos del sistema dunar de Barayo, la conservación de 28 especies presentes en los hábitats dunares, la colocación de 50.000 plantas estructurales para favorecer la dinámica natural de las dunas o la eliminación de flora exótica invasora. También se actuará en la restauración del hábitat de las dunas costeras fijas y dunas móviles de litoral, y se procederá a la protección de sistemas dunares con vallado de cuerdas y postes de madera.
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