El Ministerio de Medio Ambiente ha pedido a Repsol que le detalle con más precisión los puntos del Atlántico donde pretende perforar en busca de petróleo o gas y le ha exigido explicaciones adicionales de qué ocurriría si se produce un derrame por descontrol del pozo (o ‘blowout’, en el argot).
El Cabildo de Fuerteventura, que se opone desde el inicio a los proyectos de Repsol, por entender que pone en riesgo el patrimonio natural de la isla y su industria turística, ha hecho público un oficio dirigido a Repsol el pasado 24 de febrero por la directora general de Evaluación Ambiental y Medio Natural del Ministerio.
En ese oficio, Medio Ambiente demanda a la petrolera una serie de aclaraciones respecto a la información que contiene su declaración de impacto ambiental y el expediente tramitado por la Dirección General de Política Energética y Minas, del Ministerio de Industria.
En varios de los puntos de su petición de información, Medio Ambiente se interesa por saber qué sucedería si, durante la perforación, se pierde el control del pozo y hay un derrame.
Subraya así que es «necesario hacer un cálculo lo más coherente posible del riesgo potencial al que se expone la población y el medio ambiente» y pone cuestión algunas afirmaciones de Repsol.
«De la documentación presentada», dice la directora general de Evaluación Ambiental, «se deduce que en el caso de ‘blowout’ la mayor parte del crudo derramado se queda en la columna de agua, sin que se haya aportado información suficiente que justifique dicho resultado, contrario al que cabría esperar».
El Ministerio de Medio Ambiente también responde a Repsol que, además de calcular «la probabilidad de un suceso extraordinario», para valorar los riesgos ambientales «se debe calcular el riesgo debido a todos los incidentes de los que se pueda derivar algún daño ambiental sobre todas las zonas afectadas».
Medio Ambiente constata que, «en la costa», Repsol ha valorado el riesgo ecológico y socioeconómico solo «para los incidentes denominados ‘peores casos’ y ni siquiera para todos».
«Este planteamiento de evaluar riesgos solo para algunos incidentes, aunque estos sean los ‘peores’, puede confundir la correcta valoración de los resultados», continúa este departamento, porque «sería erróneo interpretar el riesgo calculado para los ‘peores’ incidentes como el riesgo asociado al conjunto de incidentes de un tipo determinado, como el riesgo global o, peor aún, como la cota superior del riesgo global».
El Cabildo de Fuerteventura sostiene que este informe evidencia «la preocupación que los técnicos de Medio Ambiente» tienen por la posibilidad de que se produzca «un gran derrame tipo ‘blowout'», ya que se trata de una perforación marina en aguas profundas.
En este sentido, recuerda que el informe que redactó para sus alegaciones el asesor internacional sobre perforaciones en mar abierto Rick Steiner, profesor de la Universidad de Alaska hasta 2010, advertía de que el proyecto de Repsol no aplicaba las cautelas implantadas en EEUU tras la catástrofe de la plataforma «Deepwater Horizon» en el Golfo de México.
Steiner -apunta el Cabildo de Fuerteventura- señalaba que Repsol pretende perforar en esa zona cercana a Canarias a una profundidad un 20 % mayor que la que existía en el pozo de ese accidente del Golfo de México, que provocó un derrame masivo.
«Por lo tanto, la presión, la temperatura y los riesgos de los pozos de las Islas Canarias serían comparables, por no decir significativamente mayores, que los del pozo Macondo, que registró un fallo de consecuencias catastróficas», planteaba este experto.
Fuente: http://www.eldiario.es/
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