Estos días en WWF España están de celebración, ya que cumplen 50 años. El 30 de julio de 1968 se creaba la Asociación para la Defensa de la Naturaleza, ADENA, ligada ya desde su nacimiento a la organización internacional World Wildlife Fund (WWF) que había sido creada unos años antes, en 1961. Con los años Adena iría cambiando su nombre de manera gradual hasta llegar a WWF España, como se la conoce hoy en día.
Es esta pues una ocasión inmejorable para recordar algunas de las actuaciones que se realizaron en los años 50 y 60 y que tan importantes han sido para el movimiento conservacionista en nuestro país. Entre ellas cabe destacar los primeros acuerdos de custodia del territorio en nuestro país, donde WWF tuvo un papel clave.
Contexto social y ambiental
Las diferentes administraciones públicas habían sido tradicionalmente las principales protagonistas de la conservación de la biodiversidad en España desde principios del siglo XX, estableciendo y gestionando áreas protegidas, estrategias de conservación de especies amenazadas, etc. De hecho, se acaba de celebrar el centenario de la declaración de los primeros Parques Nacionales: la Montaña de Covadonga y el Valle de Ordesa.
Sin embargo, desde los años 50, con la entrada en vigor del Decreto de Extinción de Animales Dañinos del 11 de agosto de 1953, y “gracias” a la labor de las Juntas de Extinción de Animales Dañinos y Protección a la Caza, millones de animales eran exterminados en nuestro país, provocando una pérdida masiva de biodiversidad.
Es en este contexto, cuando surge el movimiento ecologista en nuestro país, gracias, en gran parte, a la labor incansable, en esos años, del Dr. Félix Rodríguez de la Fuente. Félix llegó a ser una de las personas más famosas y reconocidas de nuestro país, lo que concede más valor, si cabe, a que fuera una de las pocas personas que se posicionó pública y claramente en contra de la política de exterminio de animales, o, más concretamente, de alimañas, como se hablaba, coloquialmente, en aquellos años. Se trataba de una época en la que no existía, aún, una clara conciencia ecológica en nuestro país; su influencia merced a sus programas de radio y televisión, y las muchas iniciativas que impulsó, fue decisiva en la creación de esa conciencia de defensa ambiental y conservacionista.
Doñana
En esos años José Antonio Valverde, gran amigo de Félix y uno de los más grandes biólogos que ha dado nuestro país, alcanzaría una gran repercusión internacional por oponerse a los planes de desecación de las Marismas del Guadalquivir que el Ministerio de Agricultura quería ejecutar, siendo fundamental para la designación del actual Parque Nacional de Doñana.
El 30 de diciembre de 1963, tras dos años de largas y complicadas negociaciones, se firmó en Jerez (Cádiz) el contrato de venta de 6.794 hectáreas de las marismas de Doñana al World Wildlife Fund, el Fondo Mundial para la Vida Salvaje (ahora WWF), una organización creada dos años antes para buscar fondos económicos con los que proteger la naturaleza.
En el origen de ese gran éxito para la conservación estaba una campaña internacional para salvaguardar las marismas de los planes desarrollistas que se cernían sobre ellas desde los años 50, como la plantación de un millón de pinos y eucaliptos. En ese momento las marismas, aunque conocidas y apreciadas desde hace siglos por su caza, se consideraron un lugar insalubre que debía ser desecado, como el resto de humedales españoles.
El artífice de la campaña para salvar Doñana fue “Tono” Valverde, del CSIC, que contó con la vital ayuda del naturalista suizo Luc Hoffmann, primer vicepresidente de WWF, y de otros de los fundadores de la organización, como Max Nicholson o Peter Scott. De hecho, Valverde convocó a una comisión internacional de expertos para ayudarle en su proyecto de Doñana, y los miembros de esa comisión fueron los mismos que participaron en la reunión (celebrada en Londres en mayo de 1961) dónde se discutió por primera vez la creación de WWF. También jugaron un importante papel algunos propietarios que supieron ver la necesidad de preservar Doñana y decidieron anteponer la conservación a sus intereses particulares, como Mauricio González-Gordon.
Los terrenos comprados por WWF formarían la primera reserva biológica integral de España, la Reserva Biológica de Doñana (RBD), cedida en 1965 al CSIC con fines de investigación y conservación. Para ello se creó ese mismo año la Estación Biológica de Doñana del CSIC, con Valverde como primer director. En todos estos años, la Estación Biológica ha conjugado de forma ejemplar el binomio de ciencia y conservación en la gestión de las marismas.
En 1968 Félix Rodríguez de la Fuente, junto a Jorge de Pallejá, José Antonio Valverde, y Francisco Bernis entre otros, crean la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (Adena), como filial del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). Presidiendo la asociación, el por entonces Príncipe, Don Juan Carlos de Borbón.
La compra de los terrenos de Doñana fue, en la práctica, el primer acuerdo de custodia del territorio realizado en nuestro país y supuso un gran avance para la declaración en 1969 del Parque Nacional de Doñana. En los límites del espacio protegido también se incluyó la Reserva Biológica del Guadiamar, comprada por WWF en 1968 y aún propiedad de la organización, aunque es gestionada por el CSIC como parte de la reserva integral del Parque Nacional.
Para saber más sobre este caso concreto, nada mejor que la lectura del Tomo 4: “La aventura de Doñana. Cómo crear una Reserva” de las Memorias de José A. Valverde, que escribió éste con la colaboración de Benigno Varillas.
Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega
Pocos años después, en 1973, Félix Rodríguez de la Fuente comienza a rodar El Hombre y la Tierra, la serie documental que le daría fama internacional. Para grabar esta serie recurrió en numerosas ocasiones a los páramos y las hoces del río Riaza (Segovia), dónde se encontraba (y todavía se puede encontrar hoy en día) una de las mayores colonias de rapaces del mundo.
De hecho, la parte de la serie dedicada al buitre leonado fue rodado en este emplazamiento, que contaba también con ejemplares de especies amenazadas como alimoche común, el águila real, el halcón peregrino, el búho real, el cernícalo vulgar, la aguililla calzada y la culebrera europea, entre otras.
Debido a esto, y desde la vicepresidencia de Adena, Félix promovió la creación de un refugio de caza en estas hoces, con el fin principal de proteger a la colonia de buitres leonados. Hasta ese momento nunca se había propuesto nada similar en España, de hecho, ya comentamos, con anterioridad, que en esos años estaba incluso remunerada la caza de “alimañas”, o lo que es lo mismo, cualquier tipo de animal no cinegético.
Durante el año 1974, Adena estuvo promoviendo esta actuación, hasta que consiguió llegar a un acuerdo con la Hermandad de Agricultores y Ganaderos de Montejo de la Vega, por el cual no se podía cazar dentro del Refugio de Caza, pero sí que se podían mantener las actividades tradicionales agrícolas y ganaderas. Además, se establecieron una serie de normas de conducta para los visitantes, de común acuerdo entre Adena y la población local.
De esta forma se alcanzó otro de los primeros acuerdos de custodia del territorio en España (aunque no se le daría ese nombre hasta los primeros años del siglo XXI), en noviembre de 1974. Pocos meses después, el 13 de enero de 1975, se inauguró oficialmente el Refugio de Caza de Montejo de la Vega, contando para el acto con la presencia del presidente de Adena, don Juan Carlos.
Desde entonces se han realizado una cantidad importante de actividades y actuaciones en este refugio, y lo que es más importante, sigue en vigor a día de hoy, y desde hace varias décadas es el decano de los acuerdos de custodia de nuestro país, gestionado aún por WWF-España.
Roberto Ruiz colabora con el Instituto Superior del Medio Ambiente como docente del curso Custodia del Territorio donde se profundiza en esta materia.
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