Hace algunos días, comentaba Martín Varsavsky en Red Innova que “si la alternativa es el paro, sale más barato emprender”. Esta afirmación, basada en el hecho de que a día de hoy poner en marcha cualquier proyecto es excepcionalmente sencillo, ha servido de argumento estos últimos días para animar a los más escépticos a identificar la posibilidad de encarar la situación actual desde el enfoque de la acción.
Personalmente, ya he dicho en muchas ocasiones que aprovechar nuestro potencial y avanzar en la consolidación de nuestro propio proyecto no es tarea sencilla pero que ello no debe ser excusa para que todos evaluemos las posibilidades de crear un puesto a nuestra medida y apostar por nuestra empleabilidad. Sin ánimo de evangelizar y sin pretender ni mucho menos que todos migremos al modelo emprendedor, creo que nuestro sector todavía no es consciente de las oportunidades que perdemos no prestándole atención a la opción de ofrecer servicios como freelance, autónomo o formando parte de un pequeño equipo. Decía recientemente Alfonso Alcántara en su entrevista en El País que en lugar de empleados, toca hablar de profesionales y personas que hacen algo o que saben mucho de algo y me sorprende que en pocos sectores como en el del medio ambiente será tan sencillo encontrar precisamente eso: gente que sabe y mucho de determinados temas y la aplicación de determinadas herramientas.
Ante la prudencia generalizada, la realidad nos devuelve experiencias motivadoras y ejemplos como el de Enviroo, Abaleo, Gaia o iAgua y otras muchas empresas de referencia cuyos respectivos promotores coinciden en destacar lo enriquecedora que ha resultado su experiencia independientemente de que los resultados hayan tardado más o menos tiempo en llegar. Profesionales que nos hablan de lo importante que es la planificación, la definición de una estrategia o la formación en aquellos ámbitos que nos son ajenos pero que hacen mucho hincapié en lo mucho que les ha aportado su proyecto desde el mismo momento en que arrancó.
Todo esto, en un escenario en el que grandes empresas están teniendo que hacer frente a recortes desproporcionados y en los que equipos muy consolidados están sufriendo su incapacidad para adaptarse a las circunstancias en plazo y ofrecer a sus clientes la flexibilidad y el servicio que estos necesitan. Todo en un escenario excepcionalmente propicio para ofrecer algo diferente y salir a pescar con nuevas artes.
Y bien. ¿Por qué entonces no emprendemos? ¿Qué tenemos que perder si, como dice Martín Varsavsky, la otra opción es estar en casa buceando en portales de empleo con el pijama puesto? La realidad es que necesitamos un cambio a nivel social, un escenario en el que se reconozca el esfuerzo y el mérito de quien encara la situación. Un modelo en el que equivocarse no suponga un drama y en el que el aprendizaje asociado a todas las fases del proyecto sea premio adicional al mayor o menor éxito de su puesta en marcha. Eso, y algo de apoyo que, en lo que al Instituto Superior del Medio Ambiente se refiere, se ofrece por dos vías: la invitación a formar parte de los Desayunos de Trabajo de Emprendedores y la puesta en marcha del proyecto Emprendiendo en Verde.
Decía, Wayne Gretzky, genial jugador de hockey de la década de los 80 que ilustra este post, que uno falla el 100 de los tiros que no lanza. Y si seguimos premiando la inacción y prefiriendo no tirar a puerta, difícil será que ganemos ningún partido.
Ahora sólo falta que decidas si quieres jugar.
Saludos,
Santiago Molina Cruzate
Estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión, Santiago. No puedo hablar por experiencia propia porque soy funcionario, pero conozco muchos casos particulares que se encuentran en la situación que planteas. En el mundo convulso de las relaciones laborales, donde cada vez más trabajadores son arrojados al paro, parece necesario un replanteamiento de la palabra «empleo». Pero me parece que para que esta tendencia pueda llevarse a cabo a escalas más altas, que pueda arrastrar a un número importante de personas, haría falta un nuevo marco social y económico que propiciara el autoempleo. Creo que en el actual sistema capitalista salvaje, donde una oligarquía acumula la mayor parte del capital financiero, hay poco margen para que prosperen iniciativas de este tipo.
Comparto plenamente tus pensamientos.
Un mensaje prudentemente prometedor y motivante, que tanta falta nos hace en los tiempos que corren.
Gracias por compartir tu punto de vista, Jesús. Personalmente creo que la principal barrera somos nosotros mismos, una sociedad que nos invita a buscar trabajos para toda la vida y presta devoción a una nómina irrisoria pero estable.
Nos negamos a probar otro modelo igual que nos negamos a desplazarnos más allá de nuestros fronteras con el argumento de que como en España no se vive en ningún sitio.
Nunca fue tan sencillo como ahora ni nunca el emprendedor tuvo tantas herramientas a su disposición para poner en marcha su proyecto.
De acuerdo, Santiago, hay que luchar por los proyectos y prepararse para aprovechar todas las oportunidades que puedan surgir. Lo único que digo es que en una economía cada vez más concentrada, tanto industrial como financieramente, las oportunidades de realizar proyectos empresariales a nivel individual se ven muy restringidas. Es muy difícil la competencia.
Eso sí, el derrotismo no sirve para nada. Pero de los cientos de trabajadores que pierden sus empleos diariamente ¿cuántos tienen la oportunidad de resurgir mediante el «autoempleo» ?
Santiago muchísima razón.
A día de hoy hay muchos profesionales que estamos en el paro y algunos de nosotros lo estamos no por ser malos, sino porque en las empresas en las que estábamos decidieron prescindir de nuestros sueldos por ser caros, así que nuestro trabajo pasa a ser hecho por gente sin experiencia ni formación, pero envidentemente con sueldos más bajos y en algunos casos con menos rendibilidad.
Hoy en día los que nos encontramos en esta situación tenemos principalmente 4 opciones.
1/. Quedarnos en casa buscando ofertas en infojobs
2/. Coger un trabajo de lo que sea
3/. Coger las maletas y marchar a otro país
4/. Emprender
Pues si, cuando a uno le gusta el trabajo que hace y de hecho le gusta mucho, estas 4 opciones se reducen en las dos últimas, pero por otra parte, porque me tengo que marchar de mi lugar cuando soy buena y me gusta lo que hago, la solución está clara, al menos para mi lo está, emprender.
Por suerte algunas instituciones aún ofrecen ayudas formativas para que podamos emprender con cierta seguridad, nosotros como emprendedores nos tenemos que buscar los clientes y el mercado es el que tiene que escoger entre la nueva demanda.
Jesús,
Respecto a cuántos de los que pierden su empleo pueden aprovechar la opción Autoempleo, la respuesta es que todos.
Podremos tener mayor o menor éxito, dar o no con el momento idóneo, encontrar un mejor o peor escenario en el que desarrollar nuestra actividad pero todos podemos plantearnos esta posibilidad. Especialmente cuando la alternativa es ver la vida pasar y sentarse frente a un teléfono que no suena y esperar una oferta que nunca llega.
Gracias,
Santiago Molina
Gracias Juan y Santiago,
Le he dado un vistazo al enlace que me has pasado y la verdad es que resulta muy interesante. Ahora estoy asistiendo un curso para emprendedores y me están explicando todas las formas fiscales con las que poder abrir mi empresa, pero evidentemente no nos han informado de lo que se mueve en Europa y quizás es algo que también tenemos que tener en cuenta.
Por otra parte, al parecer se oye y se rumorea que dentro de poco aparecerá una nueva ley para el emprendedor, así que vamos a esperar desde el punto de vista de dos de sus definiciones principales:
1/. Todos quietos hasta que salga la ley
2/. Vamos a desear que realmente se destine a los emprendedores.