Aprovechando que en breve volveremos a compartir experiencias con otros profesionales del sector ambiental en el curso de Redes Sociales y Medio Ambiente y dado que mi papel en el curso tiene que ver con las redes profesionales, me gustaría trasladar a la Comunidad algunas observaciones sobre estas y sobre la gestión y aprovechamiento de nuestra presencia en Linkedin.
Más allá de lo muchísimo que en términos de Networking ha avanzado el sector ambiental en los últimos meses, me sigue llamando la atención el general desconocimiento de las redes profesionales y de las oportunidades que en términos de visibilidad, posicionamiento y branding personal puede ofrecernos un perfil bien elaborado. Sin pretender hacer de este post un tratado sobre las bondades de la red, aprovecho este espacio para compartir algunas reflexiones al respecto:
1. Comenzar una actividad en cualquier red profesional sin definir previamente un plan probablemente no sea la mejor de las estrategias. Necesitamos identificar con claridad cuáles son nuestros objetivos, qué pretendemos conseguir (establecer contactos que nos den acceso a oportunidades, buscar colaboraciones dentro de nuestro ámbito de conocimiento, hacer más visible nuestra condición de profesional especializado en un determinado campo, poner de manifiesto nuestras habilidades a través de la participación en Grupos, etc) y qué dedicación queremos darle a esta red. Si no reservamos un tiempo para resolver estas cuestiones cabe la posibilidad de que andemos por Linkedin como pollo sin cabeza y que el resultado sea exactamente el contrario al deseado.
2. Elaborar un buen perfil va a demandar una importante cantidad de tiempo y no sólo en los inicios. Si queremos sacar partido a Linkedin es imprescindible que preveamos en nuestra agenda una dedicación semanal y/o mensual que nos permita estar al día de lo que pasa en nuestro sector, los cambios y nuevos debates en los Grupos a los que pertenecemos o la actividad de las empresas y/o profesionales a los que seguimos. No es un coste, es una inversión: exactamente igual que la que supone dedicar tiempo a leer artículos relacionados con nuestro sector o asistir a Jornadas y Congresos.
3. Linkedin no es un portal de empleo ni un site donde uno sube su curriculum vitae confiando en que terceros puedan localizarle. Existen otras herramientas para ese fin (algunas como Enviroo o Infoempleo andan en constante evolución y probablemente puedan resultarnos de gran ayuda en este sentido) pero nuestro papel en Linkedin no puede tener nada que ver con el que desarrollaríamos allí.
4. Un perfil completo nos dará más oportunidades de interactuar con terceros. Incluir una imagen que permita identificarnos (¿Has buscado alguna vez piso en Idealista? ¿Qué haces con los que no incluyen foto? Pues lo mismo hacen los demás con nuestro perfil si no la incluimos) e incorporar referencias a nuestra experiencia y formación antes de empezar a interactuar puede ser la diferencia entre causar una buena impresión o pasar absolutamente desapercibido.
5. Linkedin es una red de personas, por y para personas. Confío en que nadie se moleste pero aquí, como en la vida misma, la educación es la clave y obtendremos muchísimo mejor resultado si personalizamos nuestro mensaje y le contamos a nuestro interlocutor si hemos coincidido con anterioridad, compartimos intereses e inquietudes o si simplemente hemos accedido a su perfil tras leer un artículo recientemente publicado o haber coincidido en la celebración de un Congreso.
6. No basta con estar: hay que participar. El branding personal y nuestro posicionamiento a nivel de expertise probablemente supongan el principal valor añadido de esta red. Pretender obtener resultados permaneciendo inmóviles cuál camaleón a la espera de insectos probablemente no sea la mejor de las estrategias ni el mejor modo de que la gente conozca qué hacemos y en qué podemos ayudarles.
7. Si alguien va a etiquetarme, mejor ser yo mismo quien decida cómo. Si pretendemos que otros profesionales asocien nuestra trayectoria y formación a un determinado nivel de especialización, es imprescindible que pensemos en lo que uno ve cuando accede a nuestro historial por primera vez y trata de ubicarnos. Nuestro interlocutor tiene que ser capaz de “encasillar” unívocamente nuestro perfil profesional en nuestro ámbito de especialización independientemente de que éste sea la Evaluación de Impacto Ambiental, la Responsabilidad Social Empresarial o la aplicación de Sistemas de Información Geográfica. Linkedin no es el escenario más idóneo para ser ambiguo o defender un perfil generalista y hay que destacar sí o sí.
8. Aunque es evidente que cada vez son más las empresas que identifican el potencial que a efectos de marca puede tener la participación de sus empleados en la red, resulta cuando menos prudente conocer el punto de vista de las personas con las que trabajamos y si existe una política definida sobre esta cuestión. En gran medida, en Linkedin nos convertimos en embajadores de la empresa para la que trabajamos y es importante que seamos conscientes de lo que decimos porque hay quien puede identificar que nuestras observaciones no lo son a título personal sino como representantes de una determinada marca.
Dicho esto, creo que es importante resaltar que aunque Linkedin no sea una herramienta para buscar trabajo (léase personas interesadas en mi perfil, ya sean reclutadores y profesionales con capacidad de contratación o clientes interesados en mi marca, empresa o actividad), es evidente que sirve para encontrarlo. Independientemente de si eres emprendedor y estás posicionando tu propia empresa o estás desempleado y estás en búsqueda activa, sé consciente de que otros ya están aprovechando las posibilidades que Linkedin puede ofrecerles.
Quizás sea el momento de que tú también empieces a aprovechar las tuyas.
Saludos,
Santiago Molina Cruzate
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