El pleno de la Eurocámara ha exigido este miércoles -por un estrecho margen de 332 votos a favor, 311 en contra y 14 abstenciones- que los planes de extracción de gas no convencional mediante fracturación hidráulica (‘fracking’) se sometan a una evaluación obligatoria previa para analizar sus posibles efectos sobre el medio ambiente.
La Eurocámara reclama que el ‘fracking’ se incluya en la reforma de la directiva europea de evaluación de impacto ambiental. «La fracturación hidráulica suscita inquietudes. Hemos propuesto criterios claros para evitar los conflictos de interés y para que el público esté más implicado», ha dicho el ponente, el liberal italiano Andrea Zanoni.
La directiva en vigor ya cubre los proyectos relacionados con el gas natural que extraen al menos 500.000 metros cúbicos al día. Sin embargo, los rendimientos de extracción del gas de esquisto son a menudo inferiores debido al proceso de fractura de roca, razón por la cual los promotores de estos proyectos no suelen estar obligados a realizar una evaluación medioambiental previa.
Por ello, los eurodiputados reclaman incluir en la directiva toda exploración y prospección, mediante fracturación hidráulica, de hidrocarburos no convencionales, como el gas y el petróleo de esquisto o el gas obtenido de los yacimientos de carbón, independientemente de la cantidad extraída.
La Eurocámara propone medidas para prevenir los conflictos de intereses entre los promotores de los proyectos y las personas que llevan a cabo los estudios de impacto medioambiental. En este sentido, las enmiendas de los eurodiputados subrayan que los expertos deben ser competentes, objetivos e independientes.
El Parlamento Europeo también reclama medidas para garantizar que los ciudadanos sean debidamente informados y consultados sobre los proyectos con efectos para el medio ambiente, de acuerdo con la convención de Aarhus sobre la participación pública.
Críticas del PSOE al anteproyecto de ley
El eurodiputado socialista Andrés Perelló ha asegurado que la comparación de la directiva respaldada por la Eurocámara con la ley sobre evaluación de impacto presentada por el PP «evidencia la gran permisibilidad de la normativa española frente a la aplicación del principio de precaución que defiende la UE«.
Para Perelló, la ley española es «una ley llena de recovecos y trampas que lo único que persigue es que algunos amiguetes puedan seguir construyendo lo que quieran y de la manera que quieran» y la directiva obligará a modificarla.
«Gobiernos como el del PP en España son altamente permisivos con las técnicas más agresivas con el medio ambiente, de manera que en sus leyes decretan condiciones de evaluación de impacto facilonas y permeables, como por ejemplo en el caso del ‘fracking'», ha criticado.
«Teniendo por delante varios proyectos de ‘fracking’ en España, el caso Castor, en el que los seísmos se han producido por el uso de una presión de 421 atmósferas, debería hacernos reflexionar sobre lo que puede ocurrir si se usan las 700 atmósferas necesarias para la fractura hidráulica», ha dicho en un comunicado.
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