Así lo ha explicado el experto en políticas energéticas Javier García Breva, quien sostiene que “es muy importante para España porque se traduciría en 3.000 millones de euros para proyectos de eficiencia energética con los FEDER, más los 800 millones de los programas de energía inteligente, Horizon2020″.
La Unión Europea ha establecido como prioridad en sus presupuestos para el periodo 2014-2020 la eficiencia energética y ha puesto como ejemplo de buenas prácticas a Francia y Alemania.
En el caso del país galo por la rehabilitación energética de edificios de protección oficial a través de los fondos FEDER y en el caso de los germanos por hacer lo propio en edificios públicos por los contratos de rendimiento.
Esta última fórmula aparece en la Ley 8/2013 por la cual los proyectos de eficiencia energética deberían financiarse con los propios ahorros que se van a producir en el recibo de la luz en los edificios donde se van a producir.
Actualmente los edificios en España son verdaderos sumideros de energía, y sólo el 5 % de ellos cumplen con los requisitos mínimos de eficiencia energética, aunque “la lectura positiva” es que en los presupuestos europeos para 2020 se establece el 20 % de FEDER para financiar estos proyectos.
El Ministerio de Fomento ha actualizado el código técnico de la edificación para imponer la letra B como la calificación mínima exigible en los edificios.
Se estima que pasar de letra F a la B podría significar un ahorro energético del 60 % de la energía.
Esto puede traducirse en que el sector de los servicios energéticos podría “triplicar su facturación si cumple con los objetivos de reducción de energía del 20 % para el año 2020″, ha declarado García Breva.
Las inversiones en eficiencia pueden dar lugar a deducciones fiscales en el impuesto de sociedades al significar una reducción de gases de efecto invernadero.
En Galicia, La Rioja, País Vasco, Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura y Comunidad Valencia se pueden encontrar estas ayudas.
Fuente: EFEverde
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