Si toda la población de Barcelona decidiera cambiar al agua embotellada, la producción tendría un peaje de 1,43 especies perdidas por año y un coste de 70,5 millones de euros en materias primas.
El coste ambiental del agua embotellada es 3.500 veces mayor que el del agua del grifo, y su impacto en los ecosistemas es aproximadamente 1.400 veces más, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
El trabajo refleja que, si toda la población de Barcelona decidiera cambiar al agua embotellada, la producción tendría un peaje de 1,43 especies perdidas por año y un coste de 70,5 millones de euros (83,9 millones de dólares) en materias primas, según un comunicado este jueves.
Realizado en colaboración con el Grupo de Ingeniería y Microbiología Ambiental (GEMMA) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), el trabajo ha sido publicado en la revista Science of the Total Environment y también ha estudiado el impacto en la salud de los diferentes consumos de agua: embotellada, del grifo y filtrada.
Alta calidad del agua del grifo en Barcelona
Ha concluido que, «debido a la alta calidad del agua del grifo en Barcelona, el riesgo para la salud es pequeño, especialmente si tenemos en cuenta los impactos globales del agua embotellada», según la primera autora del trabajo e investigadora del ISGlobal, Cristina Villanueva.
Los resultados muestran que, «considerando los efectos ambientales y de salud, el agua del grifo es mejor opción que el agua embotellada, que genera una gama más amplia de impactos», ha dicho la también investigadora de ISGlobal y última autora del estudio Cathryn Tonne.
Filtros domésticos
«En algunos casos, el uso de filtros domésticos, además de mejorar el sabor y el olor del agua del grifo, puede reducir sustancialmente los niveles de trihalometanos», ha añadido Tonne, que ha considerado que el agua del grifo filtrada es una buena alternativa.
Fuente: EcoAvant
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